Si queremos establecer unos cuidados continuos de calidad, debemos conocer cuáles son las demandas básicas de los pacientes oncológicos.
Se han evidenciado tres principios básicos sobre los que pivotan todas sus demandas y que deberían constituir los principios de actuación:
• Buenos cuidados profesionales, es decir que el tratamiento administrado sea de calidad.
• Cuidado centrado en la persona, el tratamiento debe estar organizado en función de las necesidades y deseos del paciente, más que basado en la conveniencia del hospital o del personal sanitario.
• Cuidado holístico, se extiende más allá del fundamento y aspecto clínico del tratamiento, para dirigirse de forma más amplia a las necesidades y deseos del paciente.
Cuando se analizan con detenimiento estas necesidades se observa que hay diez puntos de relevancia:
• Soporte práctico, que consiste en el conocimiento personal de cómo la enfermedad afecta a su vida diaria y como puede superarlo.
• Soporte emocional, administrado de forma sistemática y reglada.
• ¡Somos personas!, necesidad de ser tratados como personas, no como enfermos o números.
• Implicación en la decisión del tratamiento.
• Proximidad al domicilio, que los servicios estén próximos sin que ello implique una pérdida de calidad en los tratamientos administrados. |